Friday, September 25, 2009

AGOSTO Y SEPTIEMBRE DE 2009

Ante la imposibilidad de conseguir un trabajo, así fuese de lava-platos en un restaurante, decidí optar por la plaza de taxista, aupado por un paisano cubano-venezolano, Francisco Miraz (“Guille”), quien fue colega en la industria del transporte, cuando ambos trabajábamos en “Special Transportation Services” (STS), transportando ancianos, enfermos y enajenados mentales de un lado a otro del condado de Miami-Dade, un trabajo durísimo, que exigía el constante manejo durante doce horas, de lunes a sábado. Él decidió sacar su licencia de taxista y yo decidí estudiar para “rastrero” (gandolero), asistiendo a una escuela en Kentucky. A “Guille” le fue bien como taxista, a mí: pésimamente mal. Además de no sacar lo suficiente, recorriendo Estados Unidos de norte a sur y de este a oeste, quedé endeudado en más de $ 10mil, por concepto de costo de la escuela más intereses.

Luego de varios meses como “gandolero”, tuve un accidente en el medio del “downtown” de Jersey City (estado de New Jersey), en camino a la ciudad de Nueva York.


En este gráfico vemos el recorrido de mi gandola. Venía de Syracuse, NY hacia Brooklyn, atravesando el estado de New Jersey. La computadora de la gandola me envió derechito al túnel de Holanda, donde no se permite el tránsito de camiones.



En esta foto satelital se aprecia donde me vi forzado a doblar para evitar la entrada el túnel. Me encontré con una construcción que hacía más estrecha la vía. Un pedazo de la morocha externa se montó en una de las divisiones de concreto y desniveló el trailer de carga.



Aquí se pueden apreciar dos ángulos diferentes de la gandola - apenita - encaramada sobre la división de concreto.



Al desnivelarse el trailer de carga, la esquina frontal izquierda presionó las morochas traseras del "tractor" (del camión), evitándo que ésta se moviera.



Vemos a una de las dos grúas que intervinieron el el accidente. Al final solamente se tuvo que levantar el trailer de carga unos centímetros y moverlo otros centímetros para que todo volviera a su normalidad, al nivelarse el trailer de carga. Como la culpa fue de la empresa, por haberme enviado unas instrucciones equivocadas, los patrones cancelaron las multas y todo el operativo de "rescate". Las grúas cobraron $ 12.000. Las multas fueron mád de $ 500.



En la foto de arriba podemos ver los "palitos" plásticos que estaban colocados para obligar a los vehículos a desviarse. Tratando de evitar a estos "palitos" fue que me monté sobre la división de concreto.





Aquí aparecen las CUATRO multas que me metieron por la cabeza. El juicio fue en Jersey City, para el cual me vi obligado a contratar un abogado que me representara en mi ausencia.



Solté el camión de la empresa WERNER (la segunda más grande en Estados Unidos) y me coloqué en la empresa constructora de Marlon Gutiérrez, hasta que la situación empeoró y me vi obligado a buscar trabajo por fuera, lo que fue totalmente imposible. Fue ahí cuando “Guille” me sugirió que probara suerte como taxista.

LUN 10 DE AGOSTO DE 2009

Me dirigí a las oficinas del condado en el 140 Flagler St del SW para inscribirme en el curso de una semana, para sacar la licencia de taxista. Mi sorpresa fue superlativa cuando me dijeron que el siguiente curso disponible comenzaría en la segunda semana de noviembre (de 2009). “Guille” me recomendó que madrugara y me pusiera en la cola de “stand-by”, el día en que comenzara el siguiente curso.

LUN 17 DE AGOSTO DE 2009

Siguiendo las instrucciones de “Guille”, me presenté en la cola de “stand-by” a las 6 de la mañana, pero llegué tarde, ya que solamente aceptaron a once personas… yo era la número 14. Regresé tremendamente deprimido a la casa, porque estamos sin un centavo. De no ser por la generosa ayuda (monetaria y en especias) de nuestros amigos Roger Vivas y Frank y Alma De la Vega, hubiéramos pasado hambre y, seguramente, perdido nuestro apartamento.

Es de hacer notar que Roger Vivas, uno de los pocos venezolanos que puede llamarse “perseguido político de Chávez”, asilado en esta ciudad de Miami, lleva trabajando tres años en una estación de radio sin tener un solo día libre, ganando un sueldo miserable. En dos oportunidades se presentó en la casa con generosos mercados que nos ayudaron a pasar un par de semana… además de ayudarnos con algo de efectivo.

Nuestros “padrinos”, Frank y Almita De La Vega, nos dieron una mano invalorable, tanto en efectivo como en comida. Frank es dominicano, casado con Alma, venezolana quien lleva muchos años en Estados Unidos. Fueron ellos quienes me compraron la primera aspiradora Rainbow, cuando decidí probar suerte como vendedor de aspiradora. También fueron candidatos a la compra de los filtros, que intenté vender – sin éxito – luego que se trancó la venta de las aspiradoras por ser éstas demasiados costosas para la situación económica generalizada que está experimentando el país y en especial el sur de La Florida.

En los días de crisis tuvimos, además, la bondadosa ayuda de nuestro amigo Marlon Gutiérrez, un nicaragüense que entiende nuestro drama por haber pasado por uno similar. A él le dediqué el libro “Cómo se Perdió Venezuela”. Marlon me había advertido sobre la escogencia de Manuel Rosales como "candidato" presidencial, representando la oposición", en las elecciones de 2006. Así como Chávez había colocado a Rosales como su "gallo tapado" (tal y como hiciera con Francisco Árias Cárdenas en las anteriores elecciones), Daniel Ortega había hecho lo mismo al escoger a Eduardo Montealegre como "contrincante adverso". Gracias al dato de Marlon, pude alertar a mis lectores venezolanos, lo que no surtió mucho efecto, que digamos.



Junto al Comandante Gutiérrez hice muchos programas de radio y, en especial, uno que pasó a la historia, titulado "LA CONCHUPANCIA EN EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI"



DOMINGO 23 DE AGOSTO DE 2009

Siomi decidió celebrar mi cumpleaños, aprovechando parte del mercado que nos había traído Roger el día anterior. Salimos un par de horas para hacer unas compras y cuando regresamos nos encontramos el apartamento inundado.



Se había reventado una canilla en el lavamanos del único baño que tenemos. Gracias a la Rainbow pudimos “achicar” la vivienda y prepararnos para recibir a nuestros “padrinos”, Almita y Frank. Roger vendría a partir la “torta” con nosotros, pero se le presentó un compromiso y no pudo asistir.



MIE 2 DE SEPTIEMBRE DE 2009

Me levanté a las tres de la mañana para ser el primero en la lista de “stand-by”. Tal como muestra el video (que terminó salvándome), llegué al edificio donde se llevaría a cabo el curso de taxista, a las 3:22 de la madrugada. Yo mismo coloqué en la puerta la lista de “stand-by”. El edificio abriría las puertas a las 7 de la mañana y el curso comenzaría a las 8:30. A las ocho me entero que habían hecho otra lista, diferente a la mía, en la cual me dejaron fuera. Ahí se prendió el alboroto, porque por debajo de mí había ya más de diez aspirantes. Gracias a mi video, pude probarle a la directora del curso que había llegado ahí a las 3:22 de la madrugada y pude inscribirme.


En el video vemos evidencias de mi llegada al edificio a las 3:22 am. El Downtown de Miami desierto... y nadie haciendo cola. ¡Yo era el primero!


El video evidencia que a mi llegada, el edificio estaba cerrado. Además, el momento en que coloqué la lista de "Stand-by" en la puerta de entrada. Se evidencia, también, el momento en que escribo mi nombre en el número uno de la lista, para regresar a mi carrito y esperar a que abrieran el edificio, a golpe de 7 de la mañana. La zona, por cierto, no es la más segura de Miami y corría un alto riesgo ahí solo, a tan tempranas horas de la madrugada.


Aquí vemos a la oficial de seguridad conformando una nueva lista, "baipaseándome" al colocarme en el puesto No. 10... lo que me dejaba fuera del curso.


El úlitmo de los videos muestra mi protesta. De no haberle podido mostrar estos videos a la directora del curso, todavía estuviera esperando, ya que - debido a la atroz crisis económica que subre el país - mi turno para comenzar el entrenamiento de taxista estaba pautado para la última semana de noviembre.

MIE 9 DE SEPTIEMBRE DE 2009

Me gradué con honores de taxista. Nos habían advertido que el examen era tremendamente difícil, pero resultó un “pedazo de torta”… una papayita. La única pregunta que faltó fue aquella famosa: “¿de qué color era el caballo blanco de Bolívar?”. Supongo que aquellos que no tenían buen dominio del inglés, fueron los que rasparon, más del 40% de la clase. En fin, mañana me presentaré en una de las tantas empresas de taxis que hay en este condado, para que me den mi unidad.

El curso, sin embargo, resultó ser muy interesante. Ahí tenemos, por ejemplo, la parte sobre el turismo. Se supone que los taxistas somos los embajadores de la ciudad ante los turistas… se supone. Uno de los cinco días que duró el entrenamiento, fue dedicado al turismo, comenzando por la historia de la fundación de Miami.

Aprendimos que fue Julia Tuttle (en cuya memoria se ha nombrado uno de los ocho puentes que comunica a Miami Beach con la ciudad de Miami), la “Madre de Miami”, al ofrecerle al industrial Henry Morrison Flagler la mitad de sus tierras para que extendiera el ferrocarril desde Palm Beach hasta lo que sería esta ciudad, que entonces se conocía con el nombre de “Fort Dallas”. Miami es un vocablo indígena que significa “agua dulce” (sweet water). En el condado de Miami-Dade existe una ciudad con ese nombre, “Sweet Water”, donde predominan los nicaragüenses. Está localizada al norte del sector suroeste de la ciudad actual.

Julia Tuttle, la "Madre de Miami"

Fue, por cierto, en el fuerte llamado así, “Fort Dallas”, donde murió – en diciembre de 1835 – el Mayor Francis Langhorne Dade, junto con 109 de sus hombres, en un ataque de los indios seminoles que hoy se recuerda con el nombre de “La Masacre de Dade”. En honor al mayor Dade fue nombrado el condado al cual pertenece, entre otras, la ciudad de Miami: “Miami-Dade”.

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Monumento al Mayor Francis Langhorne Dade

Sabemos, claro está, que el primer hombre blanco en poner pie en lo que sería el estado de La Florida, fue el español Ponce de León, quien se encontró con los habitantes originales de entonces, los indios tequestas.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxPonce de León

Los “indios” seminoles y los miccosukee llegaron después. Estos últimos eran descendientes de los creeks y de los cherokees.


xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxIndios tequestan

El 3 de marzo de 1845, el presidente de EEUU, James K. Polk, reconoció La Florida como el estado número 27 de la unión.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxIndio seminole

Ese mismo día comenzó un rosario de guerras con los “indios”, quienes no fueron reconocidos oficialmente por el gobierno norteamericano como tribus hasta 1960.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxIndio miccosukee

Éstos fueron empujados hacia los Everglades, donde habitan hoy. Recientemente los indígenas norteamericanos, ubicados en sus reservaciones, han sido beneficiados con ciertos privilegtios. Uno de ellos, el derecho de tener casinos en sus reservaciones. En consecuencia, estos indígenas modernos se forraron de dólares y hoy viven como pachás. En la foto de arriba vemos a Buffalo Tiger, un famoso dirigente de la tribu miccosukee de La Florida.



Julia Tuttle pasó a la historia como la única mujer de Estados Unidos en fundar una ciudad. Esto sucedió el 28 de julio de 1896. Julia había llegado con su familia a la Bahía de Biscayne en 1870, procedente de Ohio.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxLa Bahía de Biscayne en el presente

El primer hotel que se construyó en Miami fue financiado, en 1896, por Julia Tuttle. Se encontraba en lo que es hoy la South Miami Avenue y la tercera calle del South East.

Otro de los fundadores de Miami, William Brickell, se unió a Julia en el ofrecimiento de la mitad de sus tierras a Flagler.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxWilliam Brickell

El acuerdo se firmó el 24 de octubre de 1895. En contraprestación, Henry Flagler se comprometió a extender la línea del ferrocarril (que más tarde la llevaría a Cayo Hueso), construiría un hotel, algunas calles, una planta eléctrica (que le daría electricidad a su hotel, el Royal Palm… y al resto del poblado), un acueducto y las cloacas que evacuarían las aguas servidas. Así nació lo que sería la ciudad de Miami.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxLínea de ferrocarril a Cayo Hueso

Julia murió joven y de repente, a la edad de 48 años, el 14 de septiembre de 1898, dos años después de haber fundado, oficialmente, la ciudad de Miami. Fue Flagler quien mayor provecho le sacó al acuerdo. En adición al ferrocarril, Flagler fundó un servicio de buques a vapor que tocaban puerto en Cayo Hueso, Cuba y las Bahamas. El estado de La Florida compensó a Flagler con 8,000 acres de tierra por cada milla de línea ferroviaria que él construyera al sur de Daytona Beach.


xxxxxxxxxxxxxxxxEl Hotel Royal Palm de hoy - Miami Beach

Willian Brickell (un apellido muy famoso en esta ciudad, sobre todo entre los venezolanos de la Venezuela “saudita” del primer período de Carlos Andrés Pérez), había emigrado del mismo estado del cual llegó Tuttle: Ohio. Se estableció en la zona en 1871, luego de haber hecho fortuna en los pozos petroleros de Texas. Brickell fundó la primera oficina de correos de Miami. Por unos $ 3.000 adquirió un extenso territorio que lindaba por el norte con el Miami River y por el sur con lo que hoy se conoce como Coconut Grove. Murió en 1908 a la edad de 84 años y dejó ocho hijos.


La famosa Avenida Brickell, donde muchos venezolanos tienen sus apartamentos y se encuentra la sede del consulado de Venezuela.

En el entrenamiento conocimos a otro personaje famoso, George Merrick, “El Padre de Coral Gables”, quien se empeñó en construir una pequeña ciudad empleando una piedra autóctona llamada “coral”. Los materiales que Merrick necesitó para construir sus viviendas, fueron importados desde Cuba.


xxxxxEstatua de George Merrick en la sede de la acaldía de Coral Gables

Merrick y su esposa le tenían un gran cariño a España y decidieron nombrar las calles de Coral Gables con nombres de ciudades españolas. Para eso, se consiguieron un mapa de España y de ese mapa sacaron los nombres que hoy tiene la ciudad llamada “City Beautiful”: Valencia, Granada, Mayorca, Madrid… etc. Una réplica de lo que era entonces la entrada de una ciudad española cualquiera, la podemos ver hoy en la avenida Granada, esquina Calle 8 del Southwest.

Merrick fue el constructor de la piscina veneciana (Venetian Pool), una réplica de la laguna veneciana. Johnny Weismueller (el primer Tarzán de Hollywood) y su compañera, Esther Williams, estrenaron la piscina con un show acuático, habiendo sido Weismueller campeón olímpico de natación.


xLa "Venetian Pool", diseñada y construida por George Merrick, "Padre de Coral Gables"

Otra famosa obra de Merrick fue el Hotel Biltmore, construido en 1926, sin embargo, tres años más tarde, en 1929, Merrick perdió toda su fortuna en caída de la bolsa de Nueva York y se vio obligado a abandonar el famoso hotel, la “joya de la corona” de Coral Gables. El Biltmore fue convertido en hospital durante la II Guerra Mundial. Al terminar la guerra, el hotel (convertido en hospital) fue abandonado hasta que fue adquirido por una importante corporación, que lo restauró y lo convirtió en lo que hoy es.


xxxxxxxxxxxxxxxxxxxHotel Biltmore, en Coral Gables

No sabíamos que el primer “rascacielo” de Miami fue lo que hoy llamamos “La Torre de la Libertad” (Freedom Tower), una réplica de la Torre de Giralda de Sevilla, construida entre 1924 y 1925. Fue, originalmente, la sede del Miami News hasta 1957. Tres años más tarde y durante una década, fue empleada para administrar el “Refugio”, una entidad diseñada para darle ayuda al exilio histórico cubano: de ahí su nombre, “Torre de la Libertad”. Hoy le pertenece a la Universidad de Miami-Dade.


La "Torre de la Libertad", en el downtown de Miami, hoy uno de los edificios más bajos del sector.

El famoso gangster, Alfonso “Al” Capone, llegó a Miami en 1940 y organizó un próspero negocio de apuestas ilegales, respaldo por las entonces corruptas autoridades del condado.

El entonces-presidente Franklin Delano Roosevelt fue víctima de un atentado en el Bayfront Park de Miami. Su agresor falló el tiro y terminó matando el entonces-alcalde de Chicago, de apellido Cermak.

Conocimos a Edward Leedskalnin, el constructor del famoso castillo de coral, ubicado en la Dixie Highway (US1). Se dice que fue producto de la desilusión, cuando su novia lo dejó embarcado en el altar, en el día de su boda. Leedskalnin se demoró 28 años en construir su castillo. La mayor pieza de coral colocada en la construcción, pesa 30 toneladas y nadie sabe cómo fue colocada en su lugar.


xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxJardines del Castillo de Coral

El responsable de hacer el milagro, convirtiendo unos pantanos en lo que sería Miami Beach, fue Carl Fisher, quien más tarde se asoció con Henry Flagler para fundar la Florida Power and Light (FLP). “Fisher Island” fue nombrada en su honor.


XXXXxxxxXXXXXXXXXXXXXXCarl Fisher

Fisher se asoció, también, con un tal John Collins. La famosa Collins Avenue, en Miami Beach, se nombró en su honor. Collins era propietario de 5 millas de tierra entre el océano Atlántico y la Bahía de Biscayne. En 1907, se le ocurrió construir un canal como vía de acceso entre su propiedad y tierra firme, pero su costo excedía su fortuna. Entonces acudió a sus hijos, quienes le prestaron el dinero requerido, con la condición de que construyera un puente que conectara a Miami con lo que sería Miami Beach.


xxxxJohn Collins, junto a Carl Fisher fue el precursor de Miami Beach

Para 1912 el dinero se había acabado. Fue así que se creó la sociedad Collins-Fisher. Carl Fisher le dio $ 50mil a Collins – quien para entonces tenía 74 años de edad – a cambio de 200 acres de tierra en la playa. El puente fue terminado el 12 de junio de 1913.


xxxxxxxxLa inauguración del puente de Collins - "The Collins Bridge"

La famosa cadena de tiendas, “Burdines” (hoy “Macys”), fue fundada en Miami por William S. Burdine, un ex soldado confederado, hijo de un ministro metodista, quien llegó a Miami desde su nativa Mississippi en 1898.


xxxxxxxxxLa famosa tienda "Burdines", en el downtown de Miami

Uno de los benefactores más importantes de Miami fue el Capitán Eddie Rickenbacker, piloto héroe de la I Guerra Mundial y presidente de la Eastern Airlines desde 1933 y 1960. El puente que une Miami con Key Biscayne fue nombrado en su honor. Otro puente que comunica Miami con Miami Beach fue nombrado en honor a otro héroe de guerra, el General (de cinco estrellas) Douglas MacArthur.


xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxEl Capitán Eddie Rickenbacker

Además de adquirir un poco de cultura turística e histórica, nos internaron en el mundo de las regulaciones, que son MUCHÍSIMAS. La industria del taxi en el condado de Miami-Dade está altamente regulada y supervisada. Quebrantar esas regulaciones se castiga con multas. Cada vez que se reincida en una misma infracción, la multa se va duplicando.

Por ejemplo, ofrecer unos “churupos” a los botones de los hoteles por conseguir “carreras” (viajes), se castiga con una multa de $ 750. A eso se le llama “Buying of the Doors” (“Comprar las Puertas”). Nadie sabe de dónde salió ese simpático y enigmático nombre. Reincidir en “comprar puertas”, puede resultar en la revocatoria de la licencia.

Hay todo un ejército de inspectores que están constantemente inspeccionando los taxis del condado Miami-Dade. Donde menos uno se lo imagina, ahí encontraremos a un inspector. Si un es agarrado transportando un pasajero, con el aire acondicionado apagado (incluso en invierno), puede recibir una multa de $ 250. En el evento de que un taxista tracalee a un pasajero y le cobre de más, de ser detectado, podría terminar pagando una multa similar de $ 250. Esa misma cantidad sería válida para aquellos taxista que hayan alterado el taxímetro… o no tenga un radio de 2mt operable.

Hay una multa para cada ocasión. Por ejemplo, si el carro está sucio por dentro o por fuera: ¡multa! Si lo agarran a uno echando un camaroncito en su taxi: ¡multa! Existe un “código de vestimenta” para los taxistas (así le dicen: “código de vestimenta”). Se debe vestir pantalones oscuros, camisa con cuello y zapatos cerrados… ¡cero sandalias! Si lo agarran a uno violando el “código de vestimenta”: ¡multa!

Están prohibidas las comisiones. Si uno lleva a un cliente a un hotel o a un restaurante y lo agarran cobrando comisión, multa y posible suspensión. Aún así, las violaciones – dicen – están a la orden del día.

Para operar un taxi en el condado de Miami-Dade se requiere de un “medallón” (una licencia). Ese “medallón” tiene un costo de $250mil. En Nueva York el “medallón” cuesta $ 750mil.




Medallón de Nueva York. Fue precisamente en la ciudad de Nueva York, durante "La Gran Depresión", donde nació el concepto del "medallón", para controlar el incremento de nuevos taxistas, ya que era un trabajo seguro, cuando no había oportunidades diferentes.

Una de las inversiones que han resultado más seguras en esta crisis financiera, ha sido – precisamente – la inversión en “medallones”. Los propietarios de los “medallones” alquilan esta licencia a los operadores y éstos, a su vez, le cobran a los taxistas. En mi caso, por ejemplo, yo cancelo – DIARIAMENTE - $ 85 al propietario de mi vehículo, quien, a su vez, le cancela una parte al propietario del “medallón”.


JUE 10 DE SEPTIEMBRE DE 2009

Siendo las 5 de la tarde, recibí mi primer taxi. El vehículo es propiedad de un joven peruano llamado Luis. Está afiliado a la “Super Yellow”. Fui a buscar a Siomi para que me acompañara a buscar el taxi. Cuando lo vio, le iba dando un “yeyo”, porque tenía un anuncio de un club de “strippers”. No tenía la más mínima idea de por dónde comenzar, así que llamé al gran “Guille”, quien me recomendó que me fuera al Dolphin Mall (en "Doralzuela"), que a esa hora se levantaban buenas “carreras”. Así lo hice. Allá conocí a un venezolano de nombre Alexander, quien hace las funciones de “director de orquesta” en la parada de los taxis (“taxi stand”, en inglés). A la “piquera” puede llegar cualquier taxi, con tal de observar la estricta cola. Ahí se averigua quién llegó de último y a ese taxi es al cual uno “sigue”.

Alexander me echó un balde de agua encima al decirme que sería IMPOSIBLE ganar dinero habiendo contratado el taxi las 24 horas, por el cual pagaré $ 85 diariamente. Según Alexander, dada la crisis imperante, será materialmente imposible cubrir ese “lease” y, encima, ganar dinero para llevar a la casa. Se me ha caído el alma al piso… pero ya estoy montado en el burro y habrá que arrearlo. No solamente no encuentro trabajo en ningún lado, sino que le debo a un “garrotero” los $ 200 que costó el “curso”, por cuya deuda pago el 10% quincenal: ¡Y ESO ES LEGAL EN ESTADOS UNIDOS! En este país no han escuchado hablar de usura. Todas las quincenas Siomi tiene que ir al “garrotero” para cancelar los intereses y volver a sacar el mismo capital… hasta que tengamos el dinero suficiente para saldar la deuda. La última vez que acudimos al “garrote vil” (como nosotros le llamamos) fue el año pasado y estuvimos un año pagando intereses. El préstamo fue por $ 500 y pagábamos $ 50 quincenal. Al final del año le pagamos al “garrotero” $ 1200 de intereses, por un préstamo de $ 500.

Arranqué en el mundo de los taxistas (un mundo aparte, muy particular), con mal pie. Mi primera “carrera” fue a 2 millas de distancia, luego de haber esperado tres horas en la cola. El cliente tuvo que cancelar $ 10 y me dio $ 2 de propina. Como que Alexander tenía razón.

Siendo jueves, me recomendaron que me arrancara para “CocoWalk”, en Coconut Grove. Todos los jueves se celebra “La Noche de los Estudiantes” (Students Night), para los estudiantes de la Universidad de Miami. Me dijeron que era “echar el anzuelo y pescar”. Se trataban de “salchichas”, es decir: carreras cortas, pero seguidas. Para allá me fui y luego de encontrar la dirección, pude hacer dos “carreritas” de $ 10 cada una. Hoy hice mis primeros $ 30, más unos $ 10 de propina. Salí perdiendo unos $ 14, tomando en cuenta la gasolina y el “lease” de $ 40 (mitad de tarifa) que le debo cancelar a Luis por el uso de su vehículo.

VIE 11 DE SEPTIEMBRE DE 2009

Decidí probar suerte en el puerto de Miami. Todos los viernes, sábados, domingos y lunes, llegan los cruceros al puerto de Miami y se “pescan” turistas con absoluta seguridad. Había que estar en el lote de los taxis a las seis de la mañana, para agarrar al primer cliente a las ocho. Así lo hice. A las diez de la mañana se termina “la fiesta”, pero se pueden hacer dos viajes en esas dos horas, la mayoría de ellos para el aeropuerto, cuya tarifa fija es de $ 24, sin contar la propina. Tuve suerte y me dieron buenas propinas en los dos viajes que hice.

La foto fue tomada por un colega taxista, argentino, que conocí en el lote del puerto. Estoy a punto de recoger mis primeros clientes del puerto, quienes resultaron ser dos matrimonios chinos de China "comunista", que tomaron un crucero para recorrer las islas del Caribe... ¿qué tal?

Del puerto decidí ubicarme en el lote del aeropuerto y me gustó el mecanismo que allí impera. Tuve que esperar unas dos horas entre cada viaje, pero siempre se hacen viajes. Mañana vendré temprano, porque hay que estar a las 5 de la mañana, a más tardar, para agarrar el primer cliente a las ocho. Hablando con los taxistas veteranos, me han dicho que ellos trabajan siempre desde el aeropuerto (“MIA”, “Miami International Airport”). Hice dos viajes más y salí con unas ganancias netas de unos $ 60.

SAB 12 DE SEPTIEMBRE DE 2009

Hoy me levanté a las 4:30 de la mañana y a las cinco ya estaba agarrando puesto en el lote del aeropuerto. Efectivamente, a golpe de ocho de la mañana estaba montando mi primer cliente del día, que me contrató para que lo llevara a Boca Ratón. La carrera le costó $ 130. Cuando el taxímetro comenzó a mostrar unos $ 90, comencé a preguntarme si el cliente me los pagaría, porque en viajes largos es donde abusan de los taxistas. El cliente era brasileño y venía de un viaje de negocios de Colombia. Llegamos a su casa y me canceló $ 140.

Al regreso de Boca Ratón, camino al aeropuerto por la vía de Coral Gables para ver si pescaba un cliente en la calle, el carro se me accidentó en el medio de “Miracle Mile”, a pocos metros de la Le Jeune Rd. Eran las 12:23 del medio-día y el calor estaba recio. Llamé a Luis y ahí mismo me vino a auxiliar. El carro tenía una falla eléctrica que recalentó la batería, derritiendo uno de los bornes. Luis me acompañó a la casa, se llevó el taxi y me dejó su carro. A las cinco llamó para avisarme que el carro estaba listo y revisado… pero mi ánimo no tenía reparación. Ya era muy tarde para agarrarle el hilo al día, así que decidí regresar al Dolphin Mall, en Doral. Esta vez me fue mejor y me salió una “carrera” al “downtown”. Fue un buen día, pero un día de suerte. Veremos que me traerá mañana.


El video muestra el lugar exacto donde se quedó accidentado "mi" taxi, justo en la popular "Miracle Mile" y la transitada Le Jeune Rd, en Coral Gables. Tuve muchísima suerte porque estaba "demorando el tráfico", una infracción en el estado de La Florida.
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DOM 13 DE SEPTIEMBRE DE 2009
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Me levanté a las 4:30, al igual que ayer… hora en que me levantaré diariamente, de lunes-a-lunes, a menos que decida modificar mi rutina, teniendo al aeropuerto como base principal.
El lote de los taxis en el aeropuerto de Miami es todo un lugar. Tiene una capacidad para 300 taxis y varias veces al día se llena. Uno va corriendo hacia él y se encuentra con unos semáforos que indican si hay o no hay acceso al lugar, que cuenta con 30 líneas. En cada una de ellas caben 10 vehículos.
El lote cuenta con un lugar de esparcimiento donde se puede comer, ver televisión, escuchar música, jugar dominó y cartas... ¡y hasta bailar! La reina del lugar es una taxista prieta haitiana que llaman "Mamá Taxis".





Hoy nuestra hija, María Carolina, cumple la edad de Cristo. Aprovechamos para llamarla por la noche y Siomi, no pudiéndose aguantar, le echó el cuento del taxi y, sobre todo, del aviso que tiene el taxi, del "Club Madona".

Hoy le hice una "carrera" a un par de tortolitos recién casados en Gran Bretaña. Eran ingleses ambos y estaban, según ellos me advirtieron, en "Luna de Miel"... "¡fin de mundo!", diría mi abuela Carmelina, que en paz descanse. Era un par de muchachos jóvenes, no mayores de 25 años, diría yo. Estaban de lo más emocionados con la visita a South Beach, donde está la acción. Allá los dejé y les deseé un feliz matrimonio. ¿Qué más me quedaba?

Los viajes del aeropuerto a Miami Beach están tarifados entre $ 52 y $ 32. Los únicos que, en términos generales, no suelen dar propinas son los hispanos y los prietos. Del resto, uno puede esperar un 10% de propina. He transportados varios venezolanos ya... y ni una puya de propina. No entienden de "eso". Mi amigo Carlos García me sugiere que los instruya en la modalidad de dar propina a los taxistas, algo que no se acostumbra en Venezuela, claro está. Esa "instrucción" también está prohibida por el "Código de Ética del Taxista" y a uno le podría salir una multa. Ya cuando veo que me va a tocar un hispano, se me agua el guarapo, por supuesto. Los "chinos" dan buena propina... y también los europeos.

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